jueves, 24 de octubre de 2019

PODCAST... RECORDANDO A LOS GRINGOS TEXACOS


Cordial saludo a los habitantes del municipio de Orito en Putumayo, y a todos los lectores de este blog, interesados en conocer la historia y las historias de nuestro pueblo.



A propósito de la celebración de los 40 años de ser decretado, Orito, como municipio (1979), y atendiendo un reciente interés de diálogo entre los habitantes de Orito, tendiente a reconstruir capítulos de los tiempos fundacionales del pueblo petrolero, presentamos una grabación (01/04/19) de una conversación informal entre mi hijo (Richard Pantoja) y mi persona, del tema relacionado con los famosos "Gringos" que estuvieron en la etapa de la Texas petroleum Company y de la Hannibal en la construcción del oleoducto trasandino.


Escuche el audio de la entevista aquí 





Algunos de los mencionados: 
_Mr Fly o Mr mosca. Bulldocero. El hombre sin cara, el gringo de la máscara.
_Mr Smith. Bulldocero. El tahúr de Oklahoma (Mi amigo, me llamaba: Willie).
_Mr Repollito. Bulldocero. Nunca le supimos el nombre. Aunque hablaba español. Solo repollito, poruqe era pequeño y gordo.
_El Chicano (mejicano - americano). Hablaba perfecto inglés y español. Odiaba a los gringos.
_Mr Carricart. Jefe de la Hannibal. Tuvo dos hijos con Sorayda Cordero. Construyó la casa de piedra de la bajada de Campomula.
_Mr Jack Mosby. Electricista. Tuvo hijos en Orito. De los pocos que luego crecieron y siguieron viviendo en el pueblo.
_Mr Dresser. Topógrafo. Fue el dueño de las casas de madera que estaban al lado del Colegio San José (Darío Rivera y familia Portilla).
_Mr Jusstyn. Jocosamente mencionado porque lo llamaban así; pero se trata de  nuestro amigo y compañero Agustín Ibarra.
_Mr Bob Smith. Jefe de trocha de la Hannibal en la construcción del oleoducto. Luego jefe de TAPL (Trans Andinian Pipe Line).
_Mr John Davis. Supervisor de TAPL.
Mr California. Jefe de soldadores. Fue el maestro de soldadura de mi amigo Luis Quintero.



Estos relatos son parte del resultado de los proyectos de Richard Pantoja, quien está recopilando información con interés académico, como complemento de sus investigaciones de reconstrucción y construcción de la verdadera  historia de Orito. Además son complemento de mis memorias, donde he narrado algunos sucesos de cómo se dio la llegada de los primeros trabajadores de la industria petrolera.

En próximas oportunidades, estaremos relatando nuevos apuntes de la interesante y no tan bien conocida historia de Orito. Lo importante es que se debe recordar, se debe registrar, y debe ser contada.

Agradecemos su interés, sus comentarios, y de manera muy especial sumarse a la labor de construir el patrimonio cultural (histórico) de nuestro querido pueblo.
 

Guillermo Pantoja Rodríguez.
 
Guillermorelata.blogspot.com









domingo, 14 de julio de 2019

ORITO PETROLERO. MIS 25 AÑOS DE HISTORIA EN PUTUMAYO

 Fragmento del Libro "Cartas al ausente"

PARTE DOS  -   ORITO PETROLERO. MIS 25 AÑOS DE HISTORIA EN PUTUMAYO

Capitulo Uno - Por primera vez en Putumayo (1968)


Este relato va dirigido como un testimonio para quienes no conocen a Orito, y con más razón para aquellos que sí lo conocen, especialmente para los que tienen la fortuna de haber nacido allí, pero no conocían su historia. 

Es mi deseo que sepan que soy uno de los primeros pobladores, de los que vio crecer a Orito y guarda celosamente su recuerdo como el más bello tesoro.


En esos tiempos para llegar a Orito era indispensable ir primero hasta Puerto Asís. Desde Pasto hacia Orito no había ruta de buses directa, debido a que la carretera Santana – Orito no se había inaugurado.

Saliendo desde Puerto Asís, los turnos de transporte hacia Orito empezaban a las siete de la mañana y el último salía a las cinco de la tarde. Los vehículos eran buses escalera (líneas o chivas) y camperos.

Yo llegué a Puerto Asís a eso de las siete de la noche y madrugué a viajar en la escalera de siete de la mañana.

 

Foto álbum familiar.  Rio Orito - Campomula

 

Mientras el bus avanzaba, en el camino pregunté si alguien conocía a Gilberto Pantoja y me respondieron que en Orito habían dos personas con el mismo apellido: Uno era un dentista que vivía en “filo de hambre” y otro que vivía en “Campo Mula”.

De inmediato supe que el de “Campo Mula” era mi hermano. Pregunté cómo podía  llegar hasta allá y me dijeron: “Quédese en la “Ye” que cualquier volqueta lo lleva, porque todos van a sacar balastro al río”.

Fue así como llegué a donde vivían mis dos hermanos con sus familias.

 

Mi llegada causó bastante alegría porque hacía varios años que no estábamos juntos. Pasadas unas horas de mi llegada, Gilberto me preguntó si para la comida deseaba pescado o carne de monte. Creí que me tomaba el pelo, pero le respondí que prefería pescado.

A eso de las tres de la tarde le dijo a mi otro hermano, Manuel, que fueran por los pescados y efectivamente, apenas había pasado una hora de su partida, escuchamos una detonación, y después de unos cuarenta y cinco minutos regresaron con una buena cantidad de sábalos, bocachicos y otros peces. 

 

LAS PRIMERAS CALLES DE ORITO

Caminando de la Ye al Filo de hambre.

La Ye, es otro de los sitios y nombres legendarios de Orito. Su nombre se desprende de los siguiente: Bajando del sector conocido como filo de hambre hacia la salida de Puerto Asís, a unas diez cuadras, hay una bifurcación de la carretera principal que conduce, una calle hacia el pozo 72, y ésta misma vía conduce hasta la Balastrera de Campo Mula a orillas del río Orito. Esa bifurcación de la calle se llama “La Ye”.

En Campo Mula, fue de donde una empresa contratista de la Texas, VOLCORITO Ltda., sacó todo el balastro para la construcción de las carreteras de acceso a las locaciones y pozos petroleros con su flota de volquetas y volqueteros.

En los alrededores de la Ye. Vivian varias familias muy reconocidas, en los primeros días de fundación de Orito. Entre ellos: Los Rivadeneira; Los Viuche; Los Erazo; La Familia Castillo.

 

Igualmente el barrio tomó el nombre de la Ye.  En aquellos tiempos, se estableció una Sede de una escuela o Colegio, muy cerca al predio de Los Castillo. 

Quedaba también una de las primeras estaciones de servicio: La Bomba Texaco.  Y pasando la calle, hacia el frente muy cerca de donde es hoy la Panadería la Sultana donde estuvo ubicada la casa de madera en la cual vivió mi señora madre y mi familia durante algún tiempo. 

Casi al frente de la casa de la Familia Coronado, casa del popular “Arepo”, quedaba un kiosco de hojalata, era una tienda, y entre algunas personas se le conocía como “La cueva del sapo”.

Si se tomaba el camino que llevaba hacia Campo mula, es decir hacia el río Orito, se dirigía igualmente a la zona de tolerancia. Actualmente es el barrio la Esperanza. Lugar que hoy día aún conserva la tradición de ser asentamiento de bares y burdeles. 


 

MI PRIMERA IMPRESIÓN - CASITAS DE MADERA - BARES Y CANTINAS

En la época de mi relato, alrededor del año 1968. La construcción de viviendas en Orito, era muy escasa comparada con la proliferación de bares y pequeñas cantinas que hacían de la venta de licor y el trabajo de prostitución, el negocio más rentable y floreciente de la época.

Tanto licor como prostitución fueron negocios y factores incontrolados por mucho tiempo, y esto ayudó para que muchos hombres se dejaran seducir por el encanto del momento, y que algunos sucumbieran al embrujo del ambiente que nos tocó vivir como testigos presenciales de la historia del naciente pueblo petrolero. 

 

***

 

Como característica particular, en Orito en sus inicios todas sus edificaciones eran en madera y techos de zinc, o de cartón. Orito como población naciente, dentro del sistema político y administrativo de la intendencia del Putumayo, apenas alcanzaba a figurar como inspección de policía.

El primer inspector nombrado por el intendente del momento, fue el señor Abelardo Perea Racines, un señor afro descendiente fundador y vecino del pueblo, que ejerció la ocupación de “tinterillo”; igual que otro personaje también fundador, y de la misma ocupación, don Juan Osorio.

Estos dos amigos fueron llamados los “abogados de los pobres”, y fueron los asesores de los campesinos, a quienes les redactaban toda clase de documentos, para entidades, autoridades y particulares.

Viví en Orito veinticinco años y allí nacieron mis tres hijos. Yo vi crecer el pueblo en medio de la selva. Quizás los actuales habitantes de Orito no saben que por todas estas razones, me considero un putumayense por adopción, por infinita gratitud y absoluta convicción.

 

No puedo olvidar los veinticinco años vividos bajo su cielo tutelar, respirando el aire puro de sus montañas. Y la belleza de sus caudalosos ríos y quebradas.

Espero y aspiro volver a ese “pueblito de mis cuitas y de casas pequeñitas” como era cuando lo conocí, para embriagarme con su recuerdo. Con el recuerdo que de él conservo y conservaré siempre.

 

Foto álbum familiar.  Rio Orito  - El dos, puente Orito

 

 

 DE PEQUEÑO CASERIO A MUNICIPIO

El pueblito siguió su crecimiento acelerado de población y desarrollo hasta convertirse en el Orito Municipio, mediante el Decreto 2891  de diciembre de 1.978 siendo Presidente de la República JULIO CÉSARTURBAY AYALA. Para efectos Administrativos y Fiscales pertinentes, el Municipio de Orito, comenzó a funcionar el primero (1) de julio de 1.979.

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Según como se relata en la página web oficial del municipio de orito así fueron sus inicios:

“(…) En 1968, la Ley 72 creó la intendencia del Putumayo, constituida de manera oficial en 1969; finalmente, el 4 de julio de 1991, la Asamblea Nacional Constituyente creó el actual departamento del Putumayo. 

Hacia el año de 1963, varias personas provenientes de todo el país, atraídas por la riqueza que representaba el descubrimiento del oro negro en la región, y encabezadas por los señores Jacinto Losada y Manuel Loyola, y secundadas por Apolinar Bustos, Antonio Álvarez, Jesús Castaño, Neftaly Oyola, Guillermo Chamorro, Julio Girón, Antonio Pantoja, Arturo Quiroga y Gregorio Delgado, se dieron a la tarea de organizar una población, la que es el origen del actual pueblo de Orito. 

La instalación en sus cercanías de los campamentos de las petroleras y los ingresos por concepto de la explotación petrolífera, permitieron al poblado crecer aceleradamente hasta ser convertido en municipio el 1 de Julio de 1979”. 


                                                                               ***

 

UNO DE LOS PRIMEROS

Entre los fundadores y verdaderos colonizadores de Orito, debe haber varias personas que no se mencionan en la historia oficial.

De esta manera para que se registre en la historia del municipio, se menciona como fundador al señor Gilberto Pantoja Ortiz (El gallero), quien fue  yerno de Gregorio delgado (mencionado líneas arriba).

 

Fotografía del álbum familiar GP - Gilberto Pantoja Ortiz

Gilberto fijó su residencia a Orillas del rio Orito en “Campo mula”.  A su llegada a este territorio tomó posesión de un amplio territorio ubicado frente al embarcadero del rio Orito, cruzando el río, en Campo mula, lugar donde hacían su arribo las embarcaciones provenientes (de rio abajo) de Puerto Asís especialmente, porque en ese entonces la carretera que viene desde Santana hasta Orito aún no estaba terminada.

Contaba mi hermano, que en su “finca” al otro lado del río, donde estableció un próspero cultivo de maíz, yuca y plátanos, además de una marranera, era abundante la presencia de animales de monte. Por esta razón la cacería era una de sus actividades frecuentes, de donde él y otros colonos  obtenían gran parte del sustento para sus familias. 

Era frecuente encontrarse borugas, cerrillos, pajuiles y grandes manadas de monos chorongos, que no escapaban a la puntería de los cazadores.

También era muy abundante la pesca, en las diferentes quebradas y en el mismo río Orito. Como todos los días para ir o regresar de los jornales en la platanera, tocaba atravesar las torrentosas aguas del Orito, en canoas impulsada por canalete. Casi siempre y de manera increíble, de la tanta abundancia de peces, doradas, sábalos, sabaletas, sambicas y otros de gran tamaño, en su agitada huida al paso de las canoas terminaban dentro de estas, sin necesidad de que los pescaran con redes o anzuelos.

No obstante la abundancia, en esos tiempos ya era común el uso de la dinamita para la pesca. Atrapaban cantidades exageradas de pescados, y muchos más eran abandonados en el río. Esto, lógicamente, traería sus consecuencias a futuro. Hoy en día esa abundancia ya no existe.

Eran memorables las historias de pescadores, entre ellos mi hermano Gilberto, contando las increíbles historias de la pesca de bagres y pintadillos gigantescos. Cuentan que llegaban a atrapar  bagres a veces más grandes que un hombre y que muchas veces superaban las cinco arrobas de peso.

Igualmente memorables son los relatos de los encuentros con el pez más temido de todas las aguas del Putumayo: El implacable “Temblón” o anguilla eléctrica. Entre ellos el más peligroso, el llamado Guacamayo, por sus colores de visos rojo y azules encendidos. Capaces de dejar paralizado y muerto a un hombre de un solo coletazo.

Gilberto Pantoja estuvo casado con la señora Elina Delgado Tarapuez, quien aún vive en el barrio la Simón Bolívar, en Orito, y en consecuencia ella también debería ser reconocida como fundadora.

 

Fotografía del álbum familiar GP - Elina Delgado Tarapuez

 

FUNDADORES SIN FUNDADORAS  -  TERRITORIO SIN NATIVOS

Como dato curioso de la historia de Orito, se descubre que entre los fundadores reconocidos oficialmente no se reconoce ningún nombre de mujer. Tampoco se reconocen los nombres de los indígenas, por lo menos los nombres de sus líderes, taitas o ancianos jefes de familias

Otro aspecto que se advierte, es la perspectiva o el enfoque como se cuenta la historia de Orito, que generalmente como se narra la historia es desde el punto de vista del vencedor, del colono, del que finalmente resultó dueño de las tierras. Pero, y de los antiguos dueños. . . Qué?

Así, sucede con la historia de Orito, narrada como si iniciara desde que los colonos advenedizos a estas tierras aparecieron, o cuando las empresas petroleras hicieron sus asentamientos en el territorio; pero debemos tener en cuenta las voces de quienes ya existían en estas tierras. Y naturalmente acá ya había gente viviendo ancestralmente.

 

Es el caso de los Indígenas Sionas, quienes narran su versión en su portal oficial, y nos revelan datos muy valiosos del origen del nombre de Orito:

(…) Esta dinámica continuó, y fue agravada en 1963, al iniciar la perforación del primer pozo petrolífero productivo en Putumayo por la empresa norteamericana Texas Petroleum Company, en territorio Siona denominado Oritos, a orillas del río Orito Pungo.

Fue clara la magnitud del impacto causado a los pueblos indígenas desde los inicios de la actividad petrolera, su presencia generó la súbita y creciente oleada de colonos en el territorio que con la apertura paulatina de trochas petroleras estimuló procesos de ocupación, de colonización y de valorización de las áreas a lo largo de esos nuevos caminos, esta dinámica desterró literalmente a la población indígena Siona de Orito-Pongo”.

 

Volviendo a la historia oficial.  Su primer alcalde designado por decreto, fue el señor Hely Ramírez Sepúlveda.   A éste señor le siguieron también nombrados por decreto, los señores: Abelardo Perea Racines, Hernán Charry y Carlos Vélez.

Luego vinieron los alcaldes elegidos por voto popular y éstos fueron:

Tulio González de 1988 a 1990;

Ovidio Rango Esguerra de 1990 a 1992;

Adalberto Narváez del primero de julio de 1992 a 1994;
Wilson Robles del 01 de enero de 1995 al 30 de abril de 1996;

Luis Alfredo Urbano del 05 de julio de 1996 al 18 de enero de 1999;

Carlos Julio Rosas Molina, del 09 de junio de 1999 al 29 de noviembre del 2000, muerto violentamente.

Abelardo Perea Racines del 14 de diciembre del 2000 al 03 de mayo de 200;

Miguel Alirio Rosero Cisneros, del 2001 al 03 de mayo del 2004;

Alirio Martínez, del 04 de mayo de 2004 al 25 de octubre de 2006;

Bertha Ligia Pantoja (encargada por decreto) del 26 de octubre de 2006 al 31 de diciembre del 2007;

Argenis Velásquez Ramírez, del 2008 a 2011; y

José Luis Angulo Riofrio, de 2012 a 2015. 

Entre los últimos alcaldes, estuvo un nieto de una de las señoras más recordadas y queridas de la población, la ya difunta Doña Carmen Ocoró. La mamá de los Ocoró Carabalí, dignos y legendarios apellidos de ascendencia africana, radicados en el barrio el Sábalo.

Está en ejercicio de sus funciones como Alcalde desde el día  primero de enero del año 2016, su nombre: Manuel Eduardo Ocoró Carabalí.

Actualmente, repirtiendo periodo como alcalde, está en funciones José Luis Angulo Riofrio, desde enero de 2020.

El municipio de Orito tiene como lema y fundamento. “Volver a creer para crecer”. La dirección de su palacio municipal, es: calle 8 Nª 9 – 13. Queda exactamente bajando la calle principal. 

Antiguamente, frente al palacio municipal, donde hoy está construido el parque en línea.

Esa zona fue la locación de la plaza de mercado. Estaban ubicados todos los puestos de venta de verduras y de vivieres que llegaban desde pasto; estaba ubicada  la carnicería; puestos de ventas de comida y de fritanga; muchos bares y cantinas.

Hacia una esquina, donde cruza la calle que en un sentido baja al barrio unión, y hacia el toro sentido baja hacia la calle nueva que conecta con el barrio la esperanza y el barrio Colombia; allí se ubicaban las plantas Municipales.   

 

Guillermorelata.blogspot.com